Redcycle. Redes que se transforman para transformar el mundo

12 toneladas de redes pesqueras abandonadas se convierten en 9 toneladas de prendas recicladas, reciclables y respetuosas con el medio ambiente

Amenazas para el mar

Cada día son más los peligros que invaden nuestro planeta. Lo ensuciamos, lo dañamos; sin ser conscientes de las consecuencias. El agua es uno de los elementos naturales más delicados y que más se ha degradado en los últimos años. La contaminación hídrica ha ido a más, haciendo que las condiciones vitales de los seres vivos peligren. Y esto es algo que nos concierne a todos.

Uno de los factores contaminantes del mar son las miles de redes de pesca abandonadas que corren el peligro de convertirse en desechos marinos. Estas redes pueden y suelen terminar posadas en los fondos marinos, convirtiéndose en amenazas que continúan capturando seres vivos durante meses. Esta es, precisamente, la causa de un alto porcentaje de muertes accidentales de especies marinas en todo el mundo.

Se calcula que existen alrededor de 640.000 toneladas de redes en los fondos marinos (datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente) que, además de contaminar, suponen un peligro de muerte para los animales. También existen toneladas y toneladas de redes inutilizadas y abandonadas en cofradías de pescadores que no han sido vertidas al mar pero que fácilmente podrían acabar en él, convirtiéndose en amenaza para sus habitantes. Estas redes abandonadas son materiales de cientos de metros de longitud que son arrastradas por las mareas y los temporales atmosféricos, con lo que acaban por enredarse con los organismos vivos que habitan en los fondos marinos y terminan por arrancar estas especies. Con el tiempo, los materiales plásticos utilizados para fabricar las redes de pesca se degradan y se mezclan con los ecosistemas marinos, lo que supone un peligro para la conservación y supervivencia de muchas especies del Planeta.

Teniendo en cuenta que el agua constituye el 75% de toda la superficie y que es uno de los elementos indispensables para el desarrollo de la vida, resulta obvia la necesidad de minimizar los impactos que estos materiales de pesca puedan causar sobre el fondo marino y sus especies.

Este es un problema que nos incumbe y en el que debemos tomar parte todos. Incluidos los arrantzales, quienes tienen al mar como su medio de vida y dependen de él y de un ecosistema limpio y sostenible.

Mares hay pocos. Formas de cuidarlos, muchas.

A raíz de este pensamiento surge Redcycle, un proyecto colaborativo con el fin de limpiar el mar y conseguir un entorno marítimo más cuidado y habitable. Esta idea nace por parte de una iniciativa llevada a cabo entre la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Gipuzkoa (OPEGUI) y la marca Ternua, junto con el apoyo del Gobierno Vasco. En 2015 deciden colaborar codo con codo en un proyecto respondiendo a los objetivos de medio ambiente del Gobierno Vasco. Un proyecto de recogida y reciclaje de redes en desuso llevado a cabo por las cofradías vascas de Bermeo, Getaria y Hondarribia; con el fin de darles una nueva vida y convertirlas en prendas sostenibles y comprometidas con un futuro mejor. Tres pueblos de la costa vasca unidos por un proyecto en común: transformar redes, para transformar mares.

La marca Ternua, desde su creación en 1994, adquiere el compromiso de minimizar al máximo el impacto negativo que su actividad ejerce en el medio ambiente. Desde entonces han ido dando pasos en esta dirección. Concretamente en 2016, Ternua se involucra junto con OPEGUI, en la recogida de 12 toneladas de redes abandonadas con las que fabrica dos tipos de pantalones que forman parte de la colección de primavera-verano de 2018. Estas redes son enviadas a la empresa italiana Aquafil, pionera en un proceso de reciclaje único que permite transformar las redes en desuso junto con otros materiales de desecho en Nylon, en hilo regenerado ECONYL. Desde allí, son transportadas a Eslovenia, donde se almacenan los residuos, se preparan, se desmenuzan y se limpian para enviarlos a la planta de regeneración de ECONYL. En esta planta de regeneración, los desechos vuelven a ser materia prima aprovechable y a convertirse en Nylon que es enviado a los productores de tela.

Esta tela es construida mezclando hilo reciclado de las redes de pesca con otra materia para hacer posible su creación. Los tejidos se desarrollan en la empresa IBQ de Barcelona y después se envían a Ternua Mondragón para comenzar el diseño y la fabricación de estas prendas. Una nueva tela que se transforma en prendas recicladas, reciclables y respetuosas con el medio ambiente.

Con las 12 toneladas de redes recogidas, Ternua logra generar 9 toneladas de poliamida reciclada aprovechable. Utilizando estas redes, evita la necesidad de consumir 18 toneladas de petróleo y de emitir 40 toneladas de CO2. Más concretamente, Nofir especifica que consiguen ahorrar 39.413 kgs de CO2 (3,6 kgs de CO2/kg), 18.612 kgs de petróleo (1,7kgs oil/kg) y 6.680 kgs de residuos no aprovechables. Disminuyendo así la huella de carbono, los recursos no renovables y los residuos de productos destinados a vertederos, incineración o que terminan en el mar.

Tal y como comenta el director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco, Leandro Azkue:

“en el mar no solo es importante la abundancia de recursos pesqueros para nuestros pescadores, sino que, sobre todo, es primordial trabajar día a día para mantener un mar limpio y sano para el disfrute de todos los ciudadanos”.

Antiguamente, los pescadores utilizaban las redes que sobraban para la huerta de casa. Hoy día, un movimiento que une a instituciones, pescadores, cofradías y a Ternua, ha hecho posible que estas redes vuelvan a tener vida. Un proyecto muy significativo en el que ha quedado probado que es posible el aprovechamiento de elementos que dejan de tener utilidad para el fin con el que fueron creados.

El representante de OPEGUI, Xabier Zaldua, lanza un claro mensaje: “Nuestra contribución a las nuevas generaciones debe ser no abandonar redes en el mar y contribuir a recoger residuos marinos”.

El objetivo de este proyecto es la concienciación de la sociedad y, sobre todo, de las futuras generaciones; para hacer posible entre todos un mar mejor. Todos unidos alrededor de una nueva y única mirada: concienciar al mundo y sensibilizarlo para proteger el Planeta.

Contaminar menos, ensuciar menos y reciclar todo lo posible.